Page 26 - Autocuidado y fortalecimiento emocional
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Sentirse saturada o saturado

                      Bajo la creencia de que “todo se tiene que hacer con suma rapidez y de forma
                      simultánea”, cuesta mucho priorizar actividades. El resultado es una sensación de
                      agobio, de saturación, que puede generar una serie de emociones y sentimientos
                      (angustia, desidia, pasar largos ratos entre lamentos…) que finalmente conducen a
                      la procrastinación. Además, en ocasiones se acaba dando crédito a la idea de que
                      resulta más fácil evitar una tarea que afrontarla, pensando incluso que las cosas
                      se arreglarán por sí solas si se espera lo suficiente. Para afrontar esta situación
                      se debe aprender a diferenciar lo importante y lo urgente, lo aplazable y lo
                      inaplazable, estableciendo prioridades y respetando los tiempos necesarios para
                      cada tarea.



                      Impulsividad

                      En esta misma línea, en ocasiones las personas empiezan varias tareas a la vez sin
                      planificar adecuadamente la estructura que les conducirá a realizarlas. De nuevo,
                      la urgencia por acabar todo, y la consecuente frustración por no poder hacerlo,
                      genera en la persona la sensación de que las actividades de la vida diaria pueden
                      ser difíciles de gestionar. Para evitar llegar a este punto, es necesario organizar
                      la secuencia de obligaciones que se requieren para terminar la tarea, hacer una
                      adecuada valoración de los tiempos que se necesitan, y evitar empezar nuevas
                      tareas sin haber acabado las previas.
         Curso Autocuidado y Fortalecimiento Emocional

               La procrastinación puede convertirse en un poderoso enemigo de nuestras metas,
               alejándonos de ellas y entorpeciendo nuestro camino. En la sociedad actual, se presta
               tanta atención a “los objetivos finales” que habitualmente se obvia la importancia de la
               vía para alcanzarlos, de los pasos a seguir, lo que transmite una sensación de urgencia,
               de inquietud y de agobio, que se asocian a la procrastinación. Es por ello imprescindible
               la organización coherente, la priorización de los objetivos y la gestión eficiente de
               nuestros recursos, combinando en el proceso actividades más tediosas con otras que
               nos permitan disfrutar del camino a seguir.























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