Page 65 - Curso Acoso sexual
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y donde, además, validan el ejercicio de poder sobre personas que pertenecen a
grupos de menor jerarquía.
Pertenencia o vínculos con grupos familiares, de amistad o colectivos sociales:
Membresías
Además, no basta con pertenecer a un determinado escalafón o jerarquía, sino que
para ser reconocidos/as como miembros de este, se debe ingresar a la cofradía o
club al que se postula y cuyo ingreso y mantenimiento tiene que ver con vínculos
sociales. Al interior de estos “clubes” circulan recursos sociales que trascienden
las jerarquías y que dan cuenta del poder informal dentro del Poder Judicial.
Emergen figuras o imágenes simbólicas, que evocan un poder enraizado en familias,
amistades o agrupaciones, una suerte de endogamia amparada por la elaboración Módulo 2. La re-victimización y la cultura organizacional en el poder judicial
discrecional de las ternas o quinas:
“pero resulta que cuando llegaban a formar la terna, los ministros a veces ponían
al último en el ranking, y a veces nombraban al último del ranking”. “porque si el
presidente de la corte es XX, los ministros son XX, hoy día tienes muchos de los
jefes de departamento de este edificio que son todos XX(…)”
Las personas que integran estos clubes tienen una suerte de protección que puede
ser interpretada como impunidad frente a malos comportamientos. El “amiguismo”
y el “nepotismo” aparecen en los discursos como vías por las cuales circulan los
recursos sociales entre los distintos grupos que coexisten dentro del Poder Judicial
y que varían dependiendo del grado de cercanía con quien es efectivamente una
autoridad, desde Ministros “dioses” hasta beneficiarios tangenciales, construidos
sobre la incertidumbre respecto de algún vínculo con quien tiene posición de poder:
“Aquí cualquier que tenga algún parentesco con un ministro de la corte suprema
está relativamente tranquilo, incluso en regiones con ministros de las cortes de
apelaciones pasa un poco lo mismo. Incluso yo diría que aquellas personas las
cuales no se sabe si hay alguna relación o no, pero se les atribuye una, también.”
La pertenencia al “club de los poderosos” es vista como acceso a un mayor grado
de impunidad frente a conductas reprochables de todo tipo, e incluso existe una
defensa gremial en contra de las sanciones por conductas incorrectas:
“Entonces eso nosotros en la época antigua lo vimos incluso con el ministro de la
corte de apelaciones (…), que ya está muerto el veterano, pero nunca se cabreó (de
acosar), porque en el fondo siempre se sintió como protegido, como diciendo: bueno
a mí no me va a pasar nada”. “Nosotros queríamos que ojalá lo removieran, pero los
ministros como se cuidan porque uno nunca sabe cómo son las redes de apoyo