Page 18 - Liderazgo Práctico Basado en Evidencia - Módulo 1
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corto y largo plazo. En el segundo módulo, podremos ver de hecho como esto es soportado
por la evidencia.
¿Por qué no utilizar modelos de liderazgo más modernos?
Básicamente, por falta de evidencia. Varios modelos se han desarrollado con posterioridad
al de Blake y Mouton, conservando algunos la estructura de análisis, pero incorporando va-
rias innovaciones o sutilezas, sin embargo, salvo modelos como el de liderazgo tradicional,
escasa es la evidencia existente.
El más famoso de ellos es el muy conocido modelo de liderazgo situacional, propuesto por
Hersey y Blanchard en 1970. Dicho modelo, a pesar de no contar con evidencia dura que
respaldara la teoría, se volvió tremendamente popular, pues para muchos resultaba de sen-
tido común. Sin embargo, tanto en la ciencia en general, como en las ciencias del compor-
tamiento humano, el sentido común ha demostrado continuamente ser algo en lo que no
debemos confiar ciegamente, hasta que esté adecuadamente sustentado en la evidencia.
Ejemplos de lo anterior son la teoría de la
relatividad de Albert Einstein por un lado y
la física cuántica de partículas por otro. La
primera, entre otras cosas plantea la unidad
entre los conceptos de tiempo y espacio, de
manera que la velocidad a la que un objeto
viaja en el espacio, afecta también el paso
del tiempo. Esto ha implicado, por ejemplo,
que para que los GPS funcionen adecuada-
mente en el planeta, el tiempo que transcu-
rre en los satélites que rodean velozmente la
tierra debe ajustarse periódicamente, ya que
transcurre a un ritmo diferente al de la super-
ficie terrestre.
Si ello no se realizara, las mediciones que realizan los GPS fallarían por kilómetros. En el se-
gundo caso, la cuántica a través de diversos estudios experimentales, ha demostrado que
una misma partícula, por ejemplo un electrón, puede estar en dos lugares del espacio al
mismo tiempo. Ambos ejemplos desafían la comprensión humana y aparecen como de alta
complejidad cognitiva, sin embargo, podemos observar otros ejemplos más cotidianos que
se han presentado a lo largo de la historia. Por siglos, la humanidad consideró de sentido co-
mún que la tierra fuese el centro del universo y el sol y las estrellas giraban a su alrededor. Así
también, prácticamente hasta Darwin, se pensó que los seres humanos habían sido creados
por separado y no tenían ningún tipo de parentesco con otras especies, mucho menos un
antepasado común.
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